Estamos tan escasos de personas en quien creer, que sin darnos cuenta nos colgamos del primero que asoma. Madina es un chico joven, seguro, inteligente, con una personalidad así o asá, que no quiere decir nada de nada mientras no demuestre hasta donde sería capaz de llegar, y a quien está dispuesto a enfrentarse para cambiar los vicios adquiridos de su partido y, eso, solo se verá, cuando pueda hacerlo, cuando llegue el momento. Por el hecho de cambiar los títulos de crédito, no quiere decir que la película sea mejor si el director sigue siendo el mismo.
El PSE no solo tiene que cambiar gran parte del personal, además debe replantearse las ideas y convencer que es un partido de izquierdas. La gente esta muy resabiada y no vale con que nos cuente milongas aunque sean ciertas. Necesitan muchos más hechos que gestos para recuperar la credibilidad perdida.
No pongo en duda la validez potencial de Madina, y que todo cuanto nos cuentan de su genio y figura sea cierto, pero solo eso no basta si el PSE no se somete a una buena purga intestina.
Ines, le tengo una cierta manía a Felipe González. Pienso que la vanidad le puede y, cada vez que habla, me enfada. Prefiero a Zapatero. Zapatero era más de izquierdas y menos creído que “Rosendo”…pero mi corazón está a la izquierda de esta izquierda, y late con otro ritmo.